Hay una palmera frente a mi casa 🌴. Durante éstos últimos meses la he visto sonreírle al sol, hacerle guiños a la luna y soportar fieros temporales.
Ella ya estaba ahí cuando yo he llegado a mi nuevo hogar. Pero ahora somos amigas. Sí, le he contado que este año ha sido un año muy intenso para mí. Que desde luego 2019 será un año que recordaré para siempre, porque en doce meses me han sucedido cosas extraordinarias. He conocido a gente increíble, he visitado lugares fascinantes, he visto mi último libro 📕 en un montón de librerías de España y he sobrevivido a una mudanza apocalíptica. Y lo más importante: he aprendido muchísimo.
Le he confesado que he logrado muchos de los objetivos que me propuse y que por supuesto no ha sido nada fácil. Ella solo me escucha, aunque a veces siento que puede responderme. A veces siento que sonríe con suficiencia cuando hablo de dificultades. Supongo que a ella le hacen gracia mis quejas o mis lamentos. Ella que es capaz de permanecer inamovible y soberbia ante cualquier inclemencia. Ella que se repone de tornados y sobrevive a vientos de cientos de kilómetros.
En alguna ocasión me parece oírla susurrar que obviamente la vida no es fácil. Que ella mejor que nadie sabe que tras la tormenta llega la calma. Pero que es esa calma la que lo compensa todo. ¡Ayy, benditos huracanes! 🌪🌪
Ella piensa que cumplir sueños está bien. Que es muy bonito, sin embargo manifiesta que lo de verdad requiere esfuerzo y dedicación es mantener la familia unida. Es conservar los amigos y valorar y agradecer todo lo bueno que poseemos. Quizá parezca una locura que en mi venerada soledad, tras este teclado, yo gire la cabeza y hable con una palmera. Pero no lo es. Al menos no para mí, ahora que tengo un concepto más amplio de la locura y de la vida en general.
De veras que percibo sus hojas 🍃 mecerse con la brisa y bisbisear expresiones como que todo pasa por algo o que vuelque mi energía en aquello que me hace feliz. Intuyo que sabe bien de lo que habla.
Hoy le he dicho que tengo muchas ganas de empezar el 2020. Que intentaré ser más constante pues este año se presenta con bastante trabajo y que mi lista de objetivos es mayor que la del año pasado. Ella ha vuelto a sonreír con picardía. Sus hojas vuelven a acunarse y si no me equivoco el mensaje que me transmite es claro y conciso. Según ella (o según yo), el día es precioso, luce un sol provocador 🌞 y por el modo en el que se balancea suave, ahora que ya la conozco, asegura que escribir está bien, pero que vivir… Vivir siempre es mejor.
A tod@s, 🎉🎉 feliz y próspero año 2020. 🎉🎉
A vivirlo !! 💪